Lo planteo desde luego a nivel
general o nacional. Y creo que sí, que nos podemos estar sumergiendo en una absurda disputa. Los candidatos y
sus militantes afines parece que participamos en una guerra fría, en la cual
hay que demostrar el montón de plataformas y perfiles en redes sociales de cada opción, el
apoyo de tal o cual personalidad, el llenado de los locales hasta completar los
aforos, autobuses llenados en ocasiones casi a la fuerza…etc.
Digo pelea aunque
convengo en que no es la mejor palabra para definir la vorágine en la cual se
encuentra el partido en este momento. Eso sí, y sinceramente, no me gustaría
que entre los militantes se consolidara
esta batalla no declarara por el candidato de cada uno. Todos tenemos nuestra
opción. Es así y debe verse como algo natural y absolutamente respetuoso. Pero los
militantes de a pié, “Patxistas”, “Susaniticos” o “Pedristas”, debiéramos de no
dejar sacar los pies del agua fría, pues en muchos casos podemos salir
escaldados de esta refriega de primarias socialistas, dejándonos la piel en el
intento para que luego venga tal o cual se cuelgue la medalla y si te vi, pues
no acabo de acordarme. No digo que no nos entreguemos, que lo vivamos con
pasión y que propaguemos todo lo posible aquello en lo que participan nuestros
candidatos afines. Pero sin permitir que esto sea lo que parece, una guerra de
trincheras socialistas. Señalo algo con lo que estoy de acuerdo y que dijo
Iñaki Gabilondo en su opinión de hace días, que ninguno de los que se presentan
o dicen presentarse, representan por sí solos una opción absolutamente integradora.
Así que no dejemos de lado la necesaria mesura –y mirad quien lo dice-, por si
se da el caso de que nuestros candidatos particulares no ganen las primarias y
tengamos que asumir otra opción contraria a nuestro parecer. La persona que
milita en el PSOE debe mirar en lontananza incluso por encima de las tres
opciones que parecen formalizarse. Debe mirar sin perder de vista el ideal
socialista, pues eso es lo que nos salvará como personas que compartimos un
ideal socialdemócrata, absolutamente necesario en la sociedad actual llena de
desigualdades, precariedad salarial y derechos que se fraccionan. Cuando apoyemos
una de las tres candidaturas, tengamos la certeza de que no apoyamos solo al
sujeto y líder político, sino un ideario político-programático que se sustente
en las bases de nuestro partido. Esa puede ser la fuerza que nos una a todos,
la preocupación por la necesidad imperiosa de implantar en la sociedad un
ideario socialista que sea respetuoso con la ciudadanía ampliando derechos y no
restringiendo libertades. En nuestro partido la militancia ha tenido que
soportar que se nos pase por encima el órgano de gobierno del PSOE como una
apisonadora. Entre la militancia se mezcla esta frustración con la vorágine de
primarias. Las asambleas se copan de desacuerdos manifiestos al respecto. Y
mientras, a todos los niveles unos y otros se frotan las manos pues van a estar
gobernando –aun a pesar de su incapacidad- hasta que san Juan baje el dedo. Particularmente
creo que no estoy dispuesto a que como militante y ciudadano, ni si siquiera
desde el PSOE se deje de considerar que somos todos iguales. Si no se parte de
esa base, puede que no escuche a ninguna de las opciones. ¿Cuál es la tuya?
Un saludo compañer@s.