Hoy he recibido un regalo, por medio del romanticismo del correo postal. Un regalo sencillo, humano, lleno de amistad y de buen humor.
Dejadme que lo comparta con vosotros.
Dios Padre, que nos ama y nos busca, es el que sabe pagar estos detalles que desde la distancia tienen los amigos.
Gracias Hermano, sabes que están en el silencio de mi oración y en la hondura de mi corazón.
Paz y bien, AGUR.