CARTUJO CON LICENCIA PROPIA

martes, 17 de julio de 2012

LA ORACIÓN I. 3.2 EL ISLAM


3. La oración en las principales religiones.

3.2 EL ISLAM

Aproximadamente en el año 570 de la era cristiana, nació en una familia numerosísima y perteneciente a la prestigiosa estirpe de los Koreich de la Meca el niño Mohammad, popularmente llamado Mahoma. Joven esteta, bohemio -y pastor según la tradición-, que vivió de manera plena la contemplación hasta que recibió en la cueva del monte Hirá las palabras sagradas que de parte de Dios le interpelaron para fundar la sagrada religión islámica:

¡Predica en el nombre de tu Señor que te creó! (...)¡Predica, pues tu Señor es  quién enseñó con el cálamo, enseñó al hombre lo que no conocía.” (Sagrado Corán,,XCVI,1-5) .

A pesar de estas letras y como todo es libremente cuestionado, puede que para muchas personas el Islam sea –equivocadamente- una religión de paganos. Sin embargo como escrita quedó la Biblia cristiana, aquellas enseñanzas de Mahoma quedarían inmortalizadas en el Corán, libro sagrado del Islam que llegaría a ser la columna vertebral de esta gran religión profesada por 550 millones de personas en el mundo,  y en cuyas enseñanzas al ser comparado con la Biblia se advierten grandes paralelismos.

Descendientes de Ismael:
Gn 17,20 "En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Yo le bendigo: Le haré fecundo y le multiplicaré inmensamente, engendrará doce príncipes, y yo haré de él un gran pueblo."

Gn 21,15-18 "Cuando se agotó el agua del odre, dejó al niño bajo un matorral y se sentó enfrente, a la distancia de un tiro de arco, diciéndose: "No puedo ver morir al niño". Y se sentó enfrente. El niño se puso a llorar a gritos. Dios oyó los gritos del niño, y el ángel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: "¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído los gritos del pequeño desde el lugar en que está.  Levántate, coge al niño y tómalo de la mano, porque de él haré yo un gran pueblo".

Es exclusivo de la clase pudiente e incluso de la nobleza, el acceso a las madrazas o centros en enseñanza por parte del pueblo islámico. Las enseñanzas giran en cuanto al dogma del profeta y las manifestaciones de coranistas y pensadores de esta religión. Pero, aunque en cada familia se educa con una conciencia fundamentada en el culto a Dios, expresado por medio de un ritual “salat” durante cinco veces al día en el cual se ora la sahada:  …

         “No hay más Dios que Alá, y Mahoma es el profeta de Alá”

…y van acompañadas de gestos significativos, el primero es una actitud de ruptura con las ocupaciones y preocupaciones habituales, para dirigirse a Dios. El fiel mira a la Meca, luego ahce unas abluciones con agua y arena y finalmente realiza varias inclinaciones totales asimilando su cuerpo al ritmo de la oración.

Otra practica común es la observancia del Ramadan, (noveno mes del año lunar dedicado a Dios por medio de la oración y el ayuno y en el cual conmemoran la revelación a Mahoma, se obtiene por su cumplimiento el perdón de los pecados); la mayoría de los creyentes asimilan los fundamentos de su fe a rasgos generales, y dan culto a Dios como les es mandado. 

Pero no entra en sus pensamientos el interpretar la palabra. No existe posibilidad alguna de creer en Allah y considerar otra opción de discernimiento o planteamiento sobre tal o cual cosa. En este sentido son una religión cerrada en cuanto que no dan opción al creyente para que encuentre su camino. El pueblo como la mayoría de las religiones, tienen en la peregrinación un exponente máximo de devoción ancestral.



Autor: Florencio Salvador Díaz Fernández.
Estudiante de Teología Cristiana.
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